Comer por comer: ansiedad, depresión, soledad, aburrimiento y usar la comidad como desahogo de emociones.

Comer por comer: ansiedad, depresión, soledad, aburrimiento y usar la comidad como desahogo de emociones.

Comer es una necesidad básica. Nuestro organismo necesita nutrientes para funcionar, si no comemos como es debido, enfermamos y morimos, esto es una verdad indiscutible. Sin embargo, muchas veces no tenemos hambrey resulta que «necesitamos» seguir comiendo. Cuando comemos en este contexto de «ganas de comer» tendemos a ingerir comidas poco nutritivas y engordantes, con lo que luego nos sentimos peor. En estas situaciones comemos como desahogo, pero ¿desahogo de qué? Pues desahogo de las emociones, o más bien de las sensaciones desagradables que nos provocan esas emociones.

Las emociones son aquello que sentimos. A veces nos cuesta poner nombre a esas emociones asociadas al comer excesivo, pero son la ansiedad, la tristeza (que si se mantiene mucho tiempo o es muy intensa puede hacer aparecer la depresión), el aburrimiento, estrés, aislamiento, frustración, cansancio, infelicidad etc…Se trata de emociones que nos generan malestar y muchas veces nos decimos «Me siento triste/enfadado/aburrido…me merezco comer esto». ¿Qué pasa luego? Pues que comemos de más y además alimentos con mucha grasa y calorías, con lo que después, además de sentirnos pesados por el atracón, nos sentiremos culpables, nuestra autoestima habrá disminuido por esa sensación de falta de control y el problema o problemas que hayan causado esa ingesta excesiva seguirán ahí. Y es que partimos de un error de base: la comida no puede mejorar tu bienestar de forma duradera, como mucho será un parche, un alivio (muy) momentáneo, a veces ni eso.

Por lo tanto en estas situaciones tienes que ser sincero contigo mismo y preguntarte «¿Por qué tengo estos deseos tan intensos de comer?», «¿Qué emoción/emociones estoy sintiendo?» Puede ser la tristeza por una pérdida(real o imaginaria, por ejemplo, haber perdido una relación importante o pensar que puedes perder tu trabajo, aunque no haya evidencias de ello), puede ser que experimentes ansiedad (posiblemente la emoción que más provoca comer lo que no debes) o sentimientos de soledad o aburrimiento. Pero debes tener claro que la comida no te solucionará lo que originó esas emociones, por lo que tendrás que ir a la verdadera raiz del problema. Por ejemplo: si es ansiedad aprender a relajarte, distraerte, hacer deporte, controlar pensamientos ansiógenos catastrofista…

Es importante también que rompas esa secuencia: «Momento del día más peligroso para comer de más-pensamientos-conducta de comer». Es recomendable que hagas una pausa distractora (leer un libro, dar un paseo) para romper esa cadena y a la vez luchar contra el autoengaño y justificación de esa conducta de ingesta excesiva que no te beneficia en nada.

Psicox, tus psicólogos en Bilbao.

Comer por comer: ansiedad, depresión, soledad, aburrimiento y usar la comidad como desahogo de emociones.

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