Cuando todo va mal.

Cuando todo va mal.

A ti también te ha pasado. Puede durar horas, días o incluso semanas. Esa desagradable sensación de que el universo se ha conjurado contra ti y nada te sale bien. ¿Recuerdas la última vez que te ocurrió? No fue precisamente agradable ¿verdad? Cada uno de nosotros afrontamos estos periodos de distintas maneras, pero el estrés, los bajones de estado de ánimo (sin llegar a ser una depresión en la mayoría de los casos) o los síntomas de ansiedad suelen aparecer  con asiduidad.

Permítenos tres pequeños consejos que podrán ayudarte a sobrellevar estos momentos tan fastidiosos e irritantes.

1)      Analiza la situación con objetividad: Puede que te haya dejado tu pareja el mismo día que has sido expulsado de tu trabajo y, además, tengas un dolor de cabeza horrible que se agudiza porque la intensa lluvia te está empapando hasta los huesos mientras esperas al taxi que no termina de llegar… al que has llamada porque tu coche se ha averiado en la carretera. Cuando la mala suerte nos acecha de cerca de manera muy seguida y nos pasan un montón de cosas malas seguidas, tendemos a ver todo lo que nos rodea en la misma clave. Es decir, de manera negativa. Cometemos un error. Es imposible que TODO sea malo, debes esforzarte en ver las cosas buenas  de las que dispones. No te pedimos que te autoengañes y te fuerces a pensar que vives en un mundo perfecto. No. Te aconsejamos que observes la situación de una manera objetiva. Lo que es malo como malo, pero lo que es bueno, como bueno. Sabemos que es difícil conseguirlo a la primera pero, como otras muchas cosas, tu actitud y un poco de práctica serán suficiente para conseguirlo.

2)      Concéntrate en lo que puedes hacer: ¡No te aturulles! Imagina que una persona con miedo a los lugares cerrados se queda encerrada en un ascensor. Hay una cosa clara, no podrá salir hasta que llegue alguien que abra la puerta desde fuera. Por eso, concentrarse en salir le resultará inútil. Sencillamente, no puede. En ese caso, sería mucho mejor esforzarse en mantener la calma y esperar de una manera tranquila. Todos los intentos que haga en salir del ascensor por sí sola, serán infructuosos y lo único que conseguirán será aumentar su ansiedad. ¿Entiendes la metáfora? Es mucho más eficaz centrarse en lo que puedes hacer, no en lo que no puedes hacer. Resulta evidente, pero si repasas tu historial encontrarás con todo seguridad, muchos momentos donde no te comportaste de esta forma. Es la actitud que debes mantener en los momentos de los que estamos hablando.

3)      Asúmelo: Tan sencillo (y, al mismo tiempo, difícil) como eso. Ninguna vida es perfecta. Los episodios en los que crees que todo te sale mal son habituales y todos hemos pasado (y pasaremos) por ellos. No creas que eres el único al que le ocurren. Así que aprovéchalos para  aprender. Intenta sacar un conocimiento útil de ellos que te sirva para el futuro.

 Psicox, tus psicólogos en Bilbao.

Cuando todo va mal.

Etiquetado en: