Emociones sin control, todo un problema que incide negativamente en nuestra calidad de vida

Emociones sin control, todo un problema que incide negativamente en nuestra calidad de vida

 

Emociones que producen ansiedad.

Emociones que producen ansiedad.

 

Para los psicólogos resulta curioso y a la vez altamente paradójico el desconocimiento que existe en nuestra sociedad acerca de las emociones. Y resulta paradójico porque las personas vivimos por y para ellas. Nuestros esfuerzos diarios están dirigidos por una parte a maximizar la frecuencia y la intensidad de aquellas aquellas emociones «positivas» y, por otro lado, minimizar la frecuencia y la intensidad de aquellas emociones «negativas». Pero, ¿sabemos qué es realmente una emoción? Pues no es fácil de definir, pero la emoción es a la vez varias cosas:

1) Un estado afectivo subjetivo, que nos afecta a nivel personal e individual y nos hace sentir de una determinada manera.

2) Una respuesta biológica que prepara nuestro cuerpo para reaccionar al entorno.

3) Un fenómeno social, ya que se expresan mediante gestos o de forma verbal y por tanto, al expresarse, sirven para interaccionar con los demás.

O sea que la emoción opera a tres niveles, el fisiológico (tono muscular, sudoración, respiración…), el conductual (observar lo que alguien hace o su rostro permite que deduzcamos que emoción o emociones está sintiendo), y por último, el componente cognitivo, que hace que demos un nombre al estado emocional (por ejemplo: estoy triste).

No está claro si la emoción antecede al pensamiento sobre ella o es el pensamiento lo que genera la emoción. Probablemente sea el primer caso, pero no hay duda de que a cada emoción le corresponde un tipo de pensamiento. Por ejemplo, a la tristeza, pensamientos de pérdida(una ruptura sentimental, la muerte de alguien querido, un despido del trabajo…). A la ansiedad, pensamientos de poder estar en peligro, pensamientos de «Y si…»(«¿Y si se estrella el avión?», «¿Y si estos síntomas son algo grave?»…)…

Para ser conscientes de cómo nos sentimos tenemos que usar el lenguaje, y a veces ese ejercicio de introspección no resulta sencillo, ya que algunas veces confundimos la emoción (lo que sentimos), con el pensamiento (lo que nos pasa por la cabeza). Ej. «Pensaba que estaba triste».

No es malo sentirse triste, pero si esa tristeza es profunda y persistente puede que ya hablemos de depresión. Tampoco tiene nada de extraño experimentar ansiedad, pero si estamos ansiosos continuamente ya puede ser un problema de ansiedad. Por tanto el primer paso para que las emociones no se descontrolen es hacer un ejercicio de instrospección y preguntarnos: «¿Qué pienso para estar así?». Después, claro, ponerle remedio (y no usar por ejemplo la comida para contrarrestrar los efectos https://psicox.es/comer-por-emociones-por-ansiedad-tristeza-aburrimiento-en-estos-casosla-comida-ayuda/) . Y pedir ayuda si por nosotros mismos no podemos.

Psicox, tus psicólogos en Bilbao.

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