Estressssss!

Estressssss!

Identificando el estrés.

¿Estresado? Yo, que va.

 

El estrés puede ocasionar muchos síntomas. Desde sudoración en las manos o calvicie hasta otros más emocionales como la ansiedad (en gran variedad de formas) o la depresión.
Si bien la OMS define el concepto estrés como un conjunto de reacciones fisiológicas que nos prepara a la acción, esta conceptualización puede quedar algo escasa para el ciudadano de a pie.
Por eso, para entenderlo mejor, podríamos decir que el estrés ocurre cuando la persona siente que las demandas que llegan del exterior, superan su capacidad de dar respuesta. Lo que pueda llegar a partir de ahí, como hemos dicho, tendrá diferentes signos: irritabilidad, sudoración, dolor de cabeza, ataques de ansiedad, depresión… En estos casos es importante no identificar el síntoma con el problema (el estrés no es ansiedad —aunque pueda producirla— y tampoco es depresión —a pesar de que puede influir en el estado de ánimo—).
Después de lo escrito en anteriores párrafos, la respuesta a la pregunta sobre cómo evitar el estrés parece evidente: rebajar el número de demandas. El problema es que esto no resulta tan fácil en nuestro día a día porque, habitualmente, estas nos vienen impuestas y no dependen de nuestra decisión. Eso complica el asunto.
Sin embargo, hay un factor que sí podemos controlar: el hecho de percibir la realidad como realmente es y no como nuestra mente nos dicta. Normalmente, las demandas que nos llegan no suelen tener la misma urgencia, ni tampoco la misma importancia. Hay cosas que tenemos que hacer para un momento determinado y otras que pueden esperar. También hay algunas que son obligatorias, mientras que otras, simplemente, no tienen por qué ser cumplidas y provienen de autoimposiciones personales.
Uno de los factores comunes en las personas que tienen estrés reside en igualar todas las demandas bajo un mismo “estatus”, cuando, en realidad, no es así.
La psicología considera que las maneras de afrontar esta situación pueden ir en dos direcciones distintas.
1) Estrategias centradas en las emociones: Consiste en regular las emociones que se activan ante situaciones estresantes.
2) Estrategias centradas en el problema: Desarrollar un plan para solucionar la problemática en la que nos encontramos.
Todos nosotros solemos recurrir a ambos tipos de afrontamiento según la situación en la que nos encontremos. Pero, a veces, equivocamos la elección.
Por eso, te proponemos a continuación un pequeño itinerario para que puedas seguir cuando creas que el estrés comienza a acecharte. Son tan solo unas pocas líneas maestras que, aun con una evidente escasez de matices, creemos que pueden ayudarte.
Paso 1: Analiza la sitación de manera objetiva. Para ello, puede resultarte útil hacerte ciertas preguntas ¿Qué es lo que tengo que hacer de manera obligada?, ¿Qué puedo dejar de hacer?, ¿Cuánto tiempo tengo realmente para atender a cada demanda?, ¿Me estoy autoimponiendo alguna obligación que no es real?
Paso 2: Después de tener una visión objetiva y real de la situación, es necesario dividir las demandas en dos tipos; sobre las que podemos actuar y sobre las que no.
Paso 3: Generar alternativas para solucionar los factores sobre los que podemos actuar. Una vez se hayan elegido varias posibles soluciones, elegir una y llevarla a cabo. Tras un periodo para comprobar su efectividad, evaluar si lo ha sido. En caso negativo, recurrir a otra de las alternativas generadas. Observa que todo lo referente a este punto tiene que ver con las soluciones centradas en el problema de las que antes hablábamos.
Paso 4: Gestionar nuestras emociones ante todas las situaciones sobre las que no podemos actuar. Aquí entran en juego los procesos de aceptación y, más importante, nuestra capacidad para aceptar la frustración… algo que es un mundo en sí mismo.
Al final, estos cuatro pasos resumen un clásico consejo. Para afrontar el estrés hay que concentrarse, únicamente, en lo que puedes hacer. Aunque tener claro qué parte es esa no suele ser tan fácil como parece.

 

Psicox, tus psicólogos en Bilbao.

Estressssss!

Etiquetado en: