Letra A
Estrés y ansiedad en la letra A.
La personalidad no existe como tal. No hay ningún lugar donde reside, ni tenemos fotografías de ella. En realidad, la personalidad es solo un constructo diseñado por la psicología para definir el conjunto de comportamientos estables que tiene una persona y que le diferencian del resto. Según como sea la nuestra, podemos llegar a un resultado distinto a nivel individual y social. También podemos desarrollar cierta tendencia o resistencia a padecer estrés, depresión, ansiedad, etc. En los casos más extremos, la personalidad, en sí misma, puede ocasionar problemas más generales conocidos como “trastornos de personalidad”… pero no vamos a ponernos en lo peor.
A lo largo de la historia, muchos médicos y psicólogos han propuesto diferentes conceptualizaciones del término. Algunas pasan por dividirla en partes para una mejor descripción. Sobre este aspecto, la teoría más actual se conoce con el nombre de “Los 5 grandes”, porque divide a la personalidad en 5 factores:
Neuroticismo: todo lo que tiene que ver con el control o descontrol de las emociones.
Extraversión: cómo nos relacionamos con los otros, si somos sociables o no.
Amabilidad: ¡la misma palaba lo dice!
Apertura: la predisposición a vivir nuevas experiencias, conocer cosas distintas, aprender, etc.
Responsabilidad: la relación de la persona con el trabajo y las tareas que tiene que hacer.
Según la Teoría de los 5 grandes, con la descripción de cada uno de los factores, la personalidad queda bien definida.
Otras teorías optan por describir tipos de personalidad y diseñar un sistema por el que cada persona pueda encasillarse en uno de ellos. Los cardiólogos Freidman y Rosenman determinaron la existencia de 3 tipos de personalidad. A las que llamaron, de forma escueta, A, B y C (En un principio, solo estaban A y B). De todos ellos, el que más atención de la comunidad médica ha tenido es el tipo A. Este se caracteriza por la existencia de patrones muy rígidos de comportamiento que desembocan en ira, alta competitividad, hostilidad, ambición, impaciencia, etc.
Y todas estas características se “disparan” cuando la persona sufre un episodio de estrés o ansiedad. Además, mantener estas conductas se relaciona de manera positiva con una alta presión arterial y con la alta posibilidad de sufrir alteraciones coronarias.
Si te sientes identificado con las características del tipo A, tenemos una buena noticia. No son inmutables, una persona puede pasar de uno a otro. ¡Así que toca relajarse un poco!
Psicox, tus psicólogos en Bilbao.
