¡No!

¡No!

 

Aprender a decir que no para combatir el estrés.

Aprender a decir que no para combatir el estrés.

¿Qué? ¿Mucho lío? Semana complicada ¿no? Volver al trabajo después de vacaciones a menudo lo es. Algunos nos cargamos de nuevos propósitos y objetivos, pero no hace falta mucho tiempo para que renunciemos a ellos y regresemos a la rutina del día a día como meses atrás. Lo que iba a ser una relajada vuelta al trabajo, acaba convertida en una carrera de obstáculos y el estrés aparece por arte de magia.

Sí, es verdad, estamos siendo un poco catastrofistas. No todos lo viven de la misma manera, pero hay que reconocer que la vuelta al trabajo suele ser muy dura.

Por eso, te vamos a proponer que centres el tiro en un solo objetivo: aprender a decir que no. Tal vez tú ya sepas hacerlo —en cuyo caso no encontrarás muy útil este pequeño artículo—, pero si es al contrario, te ofrecemos a continuación algunas claves para que te resulte más fácil.

Llevado al extremo, la incapacidad para negarse, puede llegar a producir ansiedad (en algunos casos fobia social) o depresión. Esto se debe a que la persona se percibe a sí misma como sujeta a los designios de los demás sin la menor posibilidad de enfrentarse a lo que otros demandan. Aunque esta situación es excesiva e infrecuente, muchos tenemos problemas cotidianos (menos intensos) derivados por el mismo motivo. Un ejemplo habitual se puede dar en el trabajo. Ocurre cuando nos damos cuenta de que, sin quererlo, nos encargamos de cosas que, en realidad, no son responsabilidad nuestra. Sin embargo, ha llegado el momento en que los demás —y hasta uno mismo— asumen que lo son.

Tal vez eso haya ocurrido porque no supimos negarnos cuando nos lo pidieron por primera vez. ¿Te suena de algo?
Te explicamos aquí una técnica para que decir no te resulte más fácil. Se llama la “técnica del sándwich” y consiste en trasmitir la negación entre dos mensajes positivos. Un ejemplo será suficiente para entenderlo.
– ¿Vienes mañana al cine? (petición).
– Me alegra que te hayas acordado de mí (mensaje positivo), pero estoy cansado y no me apetece (negación). Si quieres, te puedo llamar la semana que viene e intentamos concretar un rato para vernos (mensaje positivo).

De esta manera, el hecho de negarte quedará más “amortiguado” para el receptor, además será más cómodo para ti.
Este es solo un método que puede ayuarte, pero encontrarás otros en Internet con facilidad. Lo único que pretendemos con este artículo es motivarte a que soluciones este problema (si es que lo tienes) porque, al fin y al cabo, es necesario aprender a poner límites para que la convivencia entre personas sea lo más cómoda posible. Tu salud te lo agradecerá.

 

Psicox, tus psicólogos en Bilbao.

 

¡No!

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