¿Problemas?

¿Problemas?

problemas sin ansiedad

Evita la ansiedad ante los problemas buscando donde tienes que buscar.

 

El psicoterapeuta Paul Watzlawick, una personalidad en el mundo de la psicología —sobre todo de la rama sistémica de esta— suele utilizar un chiste para explicar la forma errónea en que algunas personas intentan resolver sus problemas. Empieza de noche, con un borracho dando vueltas alrededor de una farola iluminada. Se acerca un policía y le pregunta qué está haciendo. Él le responde que busca las llaves de casa perdidas hace un instante. Así que ambos unen sus esfuerzos para encontrarlas. Tras unos minutos de infructuosos resultados, el representante de la ley hace otra pregunta: ¿seguro que las llaves se han caído por aquí? El borracho contesta que no, ha sido un poco más allá, pero al estar tan oscuro ha decidido buscar por aquí ya que la farola ilumina la zona.
Es habitual que, ante problemas emocionales, nos comportemos como el borracho del chiste, intentando encontrar erróneamente la solución en el lugar correcto. Esto solo consigue aumentar la frustración que, finalmente, actúa como reforzante del desagradable estado del que queremos salir.
Imagina a una persona que padece ansiedad cuando monta en ascensores y que se queda atrapado en uno. Posiblemente, sus esfuerzos se concentren en salir lo más rápido posible de allí. Pero no puede, tiene que esperar que lleguen los bomberos. Sin embargo, sus infructuosos intentos de escapar, al verse inútiles, provocan que el nivel de ansiedad aumente. Lo más práctico hubiera sido dirigir los esfuerzos a mantenerse relajado, controlar la respiración, etc. Y esperar hasta que abran las puertas.
Este fenómeno es también muy común en personas que padecen estrés, y que optan, erróneamente, por esperar a que pase la “racha” de agobios. Ocurre algo similar con la depresión, un estado que nos hace ver a menudo falsas vías de escape.
Watzlawick habla también de las soluciones utópicas. Aquellas que creemos arreglarán el problema con tan solo aplicarlas. El inconveniente es estas es que, en la mayoría de los casos, no existen. Aunque, encontrándonos en determinados estados emocionales, nos parezca que sí. Con el tiempo, estas estrategias imaginarias, no solo dejan de ser soluciones sino que se convierten en parte del problema.
Una de las condiciones necesarias para encontrar una solución válida es la definición exacta del problema ¡pero no de nuestra percepción del problema! Aunque esa es otra historia.

 

Psicox, tus psicólogos en Bilbao.

¿Problemas?

Etiquetado en: