Prueba de realidad.
Pruebas de realidad para combatir la ansiedad, la depresión y el estrés.
Los pensamientos son, en muchas ocasiones, los responsables de nuestro estado emocional. Imagina a una persona que piensa algo como “no caigo bien a nadie”. Es posible que su estado de ánimo no esté para tirar cohetes precisamente. Si esa idea se perpetúa en su cabeza, podría desembocar (siendo tremendistas) en una depresión o una fobia social (caracterizada por el miedo a establecer relaciones personales).
¿Y si en vez de ese pensamiento aparecieran otros como “nadie me quiere”, “tengo mala suerte” o “este dolor de cabeza que tengo es cáncer seguro”? Estarás de acuerdo con nosotros en que las consecuencias perjudiciales para esa persona son evidentes.
Muchas veces, las cogniciones negativas nos atacan y este ataque se hace más intenso cuando estamos pasando una época de estrés. Por eso es importante saber controlar los pensamientos perjudiciales. ¿Pero cómo hacerlo? Te estarás preguntando. Pues una buena forma es cuestionarlos. Así, directamente.
Si analizas con detalle algún momento en que te haya ocurrido algo similar, podrás darte cuenta casi con toda seguridad, de que esa “ideas perjudiciales” no son del todo correctas. De hecho, suelen tener un fuerte contenido irracional.
Volvamos al ejemplo de la persona que piensa “no caigo bien a nadie”. Seguramente ella esté convencida de eso, sin embargo, ¿es real? Parece un poco complicado que una afirmación tan extrema y tajante sea del todo correcta. Lo mismo ocurrirá con “nadie em quiere”, “tengo mala suerte” u otras. Son afirmaciones que pecan de excesivo tremendismo, ¿no crees? Y el tremendismo no siempre es la causa de la irracionalidad, otras veces nos excedemos de perfeccionistas, de optimistas o nos apresuramos a sacar conclusiones sin tener datos suficientes.
Por eso es conveniente que nos esforcemos en analizar esos pensamientos de la manera más exacta posible. Parece un consejo fácil de llevar a cabo, pero con el ritmo del día a día nos solemos olvidar de ser lo suficientemente objetivos.
Beck, el psicólogo que desarrolló la terapia cognitiva, nos enseñó que para someter a un examen de realidad a nuestros propios pensamientos, sería conveniente contestar a una serie de preguntas sobre ellos. Te las dejamos a continuación para que las emplees cuando creas oportuno:
¿Qué evidencias tengo de que ese pensamiento sea cierto?
¿Qué otras maneras de verlo puedo encontrar?
¿Estoy cometiendo un error a la hora de pensar así?
¿Cuál es la consecuencia de mantener este pensamiento?
Psicox, tus psicólogos en Bilbao.
