¿Eres una persona influenciable?
Sentimos decepcionarte pero posiblemente sí, aunque creas lo contrario. Ser un pensador independiente tiene cosas buenas, pero no es nada fácil. Cuando formamos parte de un colectivo, el hecho de tener una opinión discordante del resto hace que el nivel de estrés aumente y la ansiedad se dispare. Así que muchos optamos por no expresar nuestra opinión o, simplemente, sustituirla por otra y lo peor de todo es que en la mayor parte de las ocasiones lo hacemos inconscientemente ¡No nos damos cuenta! Es un mecanismo que el cerebro utiliza para favorecer nuestra acomodación al medio. Así podemos evitar caer en problemas emocionales como la depresión o los trastornos adaptativos.
¡Pero no te equivoques! Tampoco es conveniente que siempre muestres tu conformidad con todo lo que te dicen. Es importante mantener un pensamiento crítico. La mejor forma de comportarse depende del contexto en el que te encuentras y no existe una fórmula matemática que nos diga qué hacer en cada situación. Simplemente escribimos este artículo para hacerte pensar un poco ¿cuál de tus opiniones son realmente tuyas y cuáles son las que otros e han impuesto?
Sobre los efectos de la presión social y cómo esta nos influye a la hora de crear/mostrar nuestras opiniones se han hecho gran cantidad de estudios. El más conocido fue el llevado a cabo por Solomon Asch a mediados del siglo pasado, cuando este tema aún estaba en pañales.
El experimento que este investigador realizó es, aún hoy en día, uno de los más originales de la historia de la psicología experimental. Tiene de todo: verdades, mentiras y hasta un final inesperado. Se he replicado (y replica) cientos de veces en las universidades y laboratorios de todo el mundo, obteniendo siempre resultados similares. No cuento más para no estropear la sorpresa pero te dejo un video donde puedes verlo. Luego piensa cómo hubieras actuado tú en esa situación.
Psicox, tus psicólogos en Bilbao.
