La respiración profunda, nuestra arma secreta infalible contra la ansiedad

La respiración profunda, nuestra arma secreta infalible contra la ansiedad

La respiración es algo esencial para la vida. Sin embargo, a pesar de ello no le solemos dar la relevancia que se merece. Los psicólogos recalcamos su importancia para luchar contra signos depresivos, de ansiedad, la fatiga y la tensión muscular, entre otros. Respiramos de forma automática, sin pensar en ello. Al inspirar, el aire entra por las fosas nasales y es calentado por la membrana que se llama pituitaria roja, a la vez que ciertas glándulas retienen las partículas nocivas que pueda contener ese aire. Esas partículas se eliminan en la siguiente expiración. El diafragma es un músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal, un músculo que está debajo de las costillas y que tiene una importancia capital en la respiración profunda. Aprender a respirar de esta forma lenta y profunda te lleva minutos y produce resultados al momento, pero como toda habilidad, para dominarla requiere práctica.

La respiración profunda consiste en estos pasos: el primero es elegir un lugar cómodo, sin ruidos ni estímulos distractores, para después concentrarte solo en tu respiración (si cierras los ojos, mejor). Respira por la nariz y al isnpirar llena primero la parte baja de los pulmones(saca tripa primero, antes de hinchar el pecho). En segundo lugar, llena la parte media de los pulmones (notarás que la parte inferior del pecho y las costillas de abajo se hinchan un poco para que quepa ese aire que va entrando). Por último, llenas la parte superior de los pulmones. Al final de este proceso de inhalación, eleva ligeramente los hombros y con ellos las clavículas, para llenar los vértices más superiores de los pulmones. Parece un proceso largo, pero en realidad solamente dura unos pocos segundos. Hazlo  muy despacio en un principio, diferenciando cada paso.

Luego, una vez los pulmones están llenos, mantén la respiración un par de segundos. Entonces comienza la expiración. Al soltar el aire, también muy despacio, mete ligeramente el abdomen hacia dentro mientras vas dejando que se levante suavemente a la vez que sueltas el aire y notas que los pulmones se van vaciando, hasta que no quede nada de aire dentro. Se reinicia luego el proceso, volviendo a lleanarlos de aire fresco. Si practicas este tipo de respiración lenta y profunda a diario y lo automatizas tendrás a tu alcance un buen remedio para disminuir la ansiedad, la irritabilidad, fatiga etc…

Psicox, tus psicólogos en Bilbao.

La respiración profunda, nuestra arma secreta infalible contra la ansiedad

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