Lo que está pasando.

Algunos de los problemas psicológicos que están surgiendo tras el confinamiento.

El confinamiento ha supuesto un punto y aparte en nuestras vidas. Nos hemos visto obligados a parar y eso nos ha ofrecido tiempo para “estar” con nosotros mismos. Al no tener vías de escape, hemos tenido que cohabitar con las emociones que sentíamos y los pensamientos que surgían en nuestra cabeza. Algunos lo han llevado bien, pero otros se han visto frente a un precipicio muy angustiante y del que quizá no habían tenido noticia hasta ahora. En estos casos, el encierro ha resultado una dura prueba de la que ahora quedan secuelas, grandes o pequeñas. También se ha dado el caso de personas a las que la vivencia de esta situación no les ha resultado especialmente traumática, pero al terminar y llegar la hora de volver a la nueva normalidad, han comenzado a experimentar ciertos malestares emocionales que les han pillado por sorpresa.

Teniendo en cuenta lo que vemos en nuestra consulta durante estas semanas, incluimos a continuación algunas de las problemáticas que más están apareciendo.

1-     Miedo a salir a la calle: Este tipo de problemática se relaciona con la ansiedad. En realidad, algunos de los trastornos ansiosos clásicos producen este síntoma, aunque suelen ser distintos los motivos por los que llegan a él (sensación de que será imposible escapar en caso de que ocurra algo, temor a la valoración que pueden hacer de mí otras personas o, simplemente, preocupación excesiva). Sin embargo, la razón que aparece tras estos acontecimientos es otra: la posibilidad de contagiarse. Es una preocupación completamente legítima, pero debemos valorar cuándo se convierte en excesiva.

2-     Conductas obsesivas: Quizá esta problemática podría verse como una generalización de la anterior… no lo sabemos. En el futuro se harán estudios que servirán para explicar mejor este presente que nos ha tocado vivir, así que tendremos que esperar para observar las cosas con claridad. Al igual que no salir a la calle puede venir inducido por el pensamiento “voy a contagiarme”, también pueden aparecer otras conductas como lavarse las manos cada diez minutos, no sacar dinero de los cajeros o desinfectar cada vez que te llevas el tenedor a la boca. Son comportamientos excesivos que no nos dejarían vivir con tranquilidad. Por eso es importante no dejarlas crecer.

3-     Depresión: Como hemos comentado al principio, el confinamiento nos ha dado tiempo para pensar sobre nosotros mismos. Pero lo hemos hecho en un momento en que, seguramente, no estuviéramos siendo muy felices debido a la situación que estábamos viviendo. Así que existe una posibilidad de que nuestra emoción negativa haya teñido las conclusiones a las que hemos llegado. Eso sería normal. El problema que podría desembocar en síntomas depresivos sería que nos creyésemos a pies juntillas esas conclusiones y las mantuviéramos permanentemente… eso habría que mirarlo.

4-     El estrés: Sería lógico pensar que muchas personas, tras pasar por una experiencia así, podrían padecer estrés postraumático. Es cierto. De hecho, muchas de las problemáticas comentadas en este artículo pueden tener ese origen. Pero también hay personas que están padeciendo unos altos niveles de estrés, el de toda la vida. Ese que te nubla la mente haciéndote creer que todas las demandas que te llegan son increíblemente urgentes y no pueden esperar. El mismo que te machaca la cabeza repitiéndote “no puedes con todo esto-no puedes conto esto”. Y es lógico que aparezca porque ahora es normal tener una carga superior de trabajo a la que tendríamos si el año hubiera ido normal. ¿Pero es verdad que todo lo tenemos que hacer urgentemente? No lo creemos.

5-     Relaciones personales: En nuestra consulta también ha habido un incremento de llamadas buscando terapia de pareja. Convivir tanto tiempo juntos, sin una vía de escape, ha creado tensiones relacionales difíciles de esquivar. Durante unas semanas, hemos reído, llorado, enfadado, hemos hecho cosas bien y cosas mal ante las mismas personas. Así que tiene cierta lógica que muchas parejas (o familias, que también las ha habido) noten ahora el efecto.

Evidentemente, hay otras problemáticas que pueden surgir a raíz de lo que ha ocurrido. El abanico es muy amplio. Solo queríamos exponer aquí unas cuantas por si estás experimentado alguna de ellas. Y si ese no es tu caso, ¡enhorabuena! ¡Has pasado con nota esta dura prueba que nos ha tocado pasar!