Un gran dilema.

Un gran dilema.

Empezamos septiembre con un gran dilema ¡Chan chan chan! Y es que antes de hablar de la depresión, ansiedad, estrés o cualquier otro problema de los que se tratan en la consulta de un psicólogo deberíamos dejar claro qué significa el concepto “personalidad”. Puede parecer fácil -incluso es bastante posible que un amago de respuesta esté asomando ya entre tus labios- pero no lo es en absoluto.

De hecho, el concepto “personalidad” (que viene de “persona”) ha sido definido de distintas maneras a lo largo de la historia de la psicología… algunas veces con más acierto que otras.

En realidad, la personalidad no existe. No podemos verla, ni tocarla y mucho menos conocemos en qué lugar de nuestro cerebro se encuentra. Por eso la entendemos como un constructo psicológico que nos sirve para incluir todos los comportamientos de una persona. Ahora vienen la siguiente cuestión: ¿si la personalidad no existe, cómo podemos medirla?

Muchos sistemas se han desarrollado para poder objetivizarla –y así estudiarla-. El método más actual se conoce con el pomposo nombre de “Modelo de los cinco grandes”. Esta denominación viene por considerar que la personalidad de cualquier individuo puedo analizarse atendiendo a cinco factores distintos. Estos son Extraversión , Neuroticismo, Amabilidad, Apertura a la experiencia y responsabilidad.

El primero de ellos -Extraversión- hace referencia a si la persona busca las interacciones con los demás o si, por lo contrario, las rehúye. Es decir, si es alguien abierto a los otros o más bien introvertido. El factor Nueroticismos tiene que ver con la estabilidad emocional. Si la persona se deja llevar demasiado por las emociones o si se muestra demasiado recta e impermeable ante ellas.La Amabilidad hace referencia a eso precisamente en lo que estás pensando. Analiza como somos de amables y cooperativos con los de nuestro alrededor. La Apertura a la experiencia mide la tendencia de la persona a desear aprender cosas nuevas y buscar experiencias que no ha vivido antes. Y por último, la Responabilidad que evalúa cómo nos comportamos ante nuestras obligaciones (tanto laborales como de otro tipo), si somos tenaces -que no abandonamos a pesar de los problemas que se presenten-, metódicos y resolutivos.

Con todo esto te proponemos un juego. Utiliza unos cuantos minutos para pensar cómo es tu personalidad siguiendo estos factores. Intenta ser lo más exacto posible y, a continuación, escribe las conclusiones en un papel. La cosa no acaba ahí, durante los siguientes días obsérvate e intenta dilucidar si lo que has apuntado coincide con la realidad. ¡Esperemos que no te lleves demasiadas sorpresas!

Psicox, tus psicólogos en Bilbao.

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