Un remedio casero para evitar los pensamientos negativos.
Perdonad la redundancia ‒e indiscreción‒ pero ¿alguna vez os habéis parado a pensar en vuestros pensamientos? Habitualmente estamos tan ocupados que ni siquiera nos damos cuenta de esas frases que nos decimos a nosotros mismos a lo largo del día porque, paradójicamente, tenemos otras cosas en las que pensar.
Sin embargo, estos pensamientos son importantes porque pueden motivarnos de manera positiva pero también, cuando son inadecuados, pueden desembocar en problemas de ansiedad, depresión o en otra clase de trastornos.
Imaginaos a una persona que a cada minuto está torturándose con frases como “no valgo para nada”, “no merezco que me vaya bien” y otras lindezas de este tipo. Posiblemente, toda esa actividad mental acabe en una depresión.
Otro ejemplo más del día a día puede ser el del estudiante que pasa horas y horas preparando un examen mientras en su cabeza se está diciendo que va a ser incapaz de aprobarlo. Como supondréis, estos pensamientos negativos pueden convertirse en un gran obstáculo a la hora de conseguir nuestras metas… y también en otras muchas facetas de la vida.
El problema es que no resulta fácil hacer que estas ideas desaparezcan y nos dejen en paz. La psicología cognitiva ha desarrollado varios sistemas y, con la ayuda de un psicoterapeuta, se puede conseguir. Sin embargo, hay un método que aparece en muchos libros de psicología que siempre nos ha hecho gracia y que puede resultar efectivo. Es un remedio casero que, evidentemente, no tiene la misma efectividad que una terapia psicológica, pero puede ser efectivo en determinados momentos.
Es muy sencillo, ponte una goma elástica en la muñeca izquierda. Llévala durante todo el día y cuando te ataque el pensamiento que quieres que desaparezca, estírala con los dedos de la otra mano (sin sacarla de la muñeca) y suelta. Sí, hace daño. Sí, es un poco masoquista. Sí, el golpe picará. Pero así tendrás otra cosa en la que pensar. Como os decimos, es un método clásico… y los clásicos llegan a ser clásicos por algo.
Psicox, tus psicólogos en Bilbao.